Limpiador Barlovento 36a

CARACTERISTICAS: Súper limpiador desengrasante y a la vez desoxidante con carácter ácido dotado de un alto poder humectante, penetra por los poros y fisuras fraccionando y despegando el oxido, carbonilla y la grasa o suciedad en general, ejerciendo sobre ellos una verdadera reacción química de descomposición desprendiéndola de la superficie donde están adheridas. No contiene disolventes orgánicos y esta formulado a base de una mezcla de diferentes tensoactivos equilibrada con agentes penetrantes e inhibidores de la corrosión. La grasa, el oxido, la carbonilla y en general la polución ambiental se desprenden prácticamente sin frotar con la aplicación de una presión suficiente de agua en la fase posterior de aclarado. PROPIEDADES: Disminuye la tensión superficial con efecto de intercambio electrostático. Lo que facilita la penetración de la disolución limpiadora en los poros y lugares más inaccesibles, eliminando la suciedad y consiguiendo su separación completa de la superficie a limpiar sin rayarla ni dejar película alguna y sin que dañe a la pintura ni a la superficie. Totalmente ignufugo, no es inflamable. Es biodegradable. No produce vapores molestos de ácidos, si bien debe emplearse con las precauciones normales de utilización de los productos con carácter ácido. (Ver las precauciones de utilización) APLICACIONES Indicado para eliminar grasas, aceites, carbonilla, ceras, resinas, mugre, moho, manchas de oxido y polución ambiental sobre cascos y cubiertas de embarcaciones, aluminio y acero inoxidable. Llantas de autos. Se aplica con pulverizador o con cualquier elemento mediante el que se pueda extender uniformemente sobre las superficies a limpiar. No es necesario frotar si bien es importante dejar actuar suficientemente el producto al menos durante 3 minutos. Su acción limpiadora se potencia notablemente con el tiempo de actuación y utilizando agua caliente o fria en el procedimiento de aclarado posterior. Enjuagar con abundante agua al finalizar la operación. Con máquina de presión es el modo con el que se consiguen mejores resultados ya que es la propia presión del agua la que ayuda a eliminar fácilmente la suciedad sin necesidad de frotación. A veces si la suciedad es excesiva o la presión no es suficiente, puede ser necesaria una segunda aplicación. Se recomienda el realizar una prueba previa ya que existen multitud de elementos en materiales y superficies muy variables que a elevada concentración y por ser un producto ácido podrían resultar perjudicadas.